Memories

Era el mes de agosto de 2012 y llevaba ya unos cuántos kilómetros recorriendo los caminos y veredas que vertebran la Sierra de Guadarrama. Ese día, como tantos otros, venía conmigo mi perro Máx cuando ya a última hora de la tarde vi correr por una ladera un animal. Cogí los prismáticos y vi un lobo, detrás de él se oían en la lejanía los ladridos de al menos dos perros.
De no haber sido por los ladridos de los perros no me hubiese fijado. Y es que después de mucho tiempo buscando, había vuelto a encontrar a uno de los miembros de la primera manada de lobos de la que se tiene registro en la Comunidad de Madrid desde hacía más de 70 años.

Hacía justo un año que habíamos conseguido imágenes de toda la manada y de los cachorros, pero llevaban aproximadamente 10 meses sin dejarse ver. Aquello fue un respiro y la constatación de que habían venido para quedarse.

Y aunque no con la misma facilidad de aquel primer año, cada temporada me gusta comprobar que están ahí, que siguen vivos y que podemos disfrutar de una biodiversidad de fauna increíble a poco más de una hora de la gran ciudad.

Os dejo una imágenes de 2018 (8 años después de verlos por primera vez siguen recorriendo la Sierra de Guadarrama).